jueves, 18 de febrero de 2010

La Ecuación

Tanto el PP como el PSOE son partidos de Gobierno, y en cualquier momento pueden ejercer este tipo de responsabilidades, y en Torrelaguna esto no es una excepción. A los partidos de gobierno se nos exige un plus de comportamiento responsable, más que a aquellas formaciones a las que queda lejos la posibilidad de alcanzar el poder. El PSOE y el PP cuando no se encuentran en el gobierno, a mi entender, deberían hacer necesariamente una oposición constructiva. No vale, o no debería valer todo, para desgastar al gobierno. No se debería alcanzar éste por el puro desgaste, sino también por la proposición de medidas y alternativas que demuestren ser mejores que las que lleva a cabo el gobierno.

No se puede decir que la oposición del PP hasta ahora en Torrelaguna haya sido agresiva. He de reconocer en gran parte de la legislatura ésta ha sido razonable; si olvidamos alguna salida del tiesto del extinto Secretario General. Pero lo cierto es que las elecciones municipales se acercan, y toca al principal partido de la oposición endurecer su postura, con el objetivo de que esta estrategia le reporte réditos electorales. Esto se escenificó en el último Pleno Ordinario, en donde el líder de la oposición dio un discurso en clave electoral, pero en mi opinión, entrando en una profunda contradicción ideológica, competencial y financiera.

Es asombroso escuchar a un miembro del PP en un Pleno municipal una diatriba sobre el mal funcionamiento de la Sanidad y la Educación en Torrelaguna, sabiendo que estas competencias son de la Comunidad. La explicación del mal servicio de estas áreas, según la opinión del Jefe de la oposición, sería por la falta de quejas del equipo municipal hacia los organismos competentes de la Comunidad. ¡Cómo si estos servicios no se tuvieran que dar correctamente de oficio! Si sus compañeros de partido, los consejeros Güemes y Figar, hubieran estado en el Pleno se hubieran quedado ojipláticos oyendo como éste criticaba duramente a la Sanidad y la Educación en Torrelaguna.

En ocasiones como las del pasado Pleno, oír hablar al líder de la oposición te hace dudar del partido al que pertenece. Su obsesión es aumentar el gasto, especialmente el de carácter social, del que es tan reacio el liberal PP madrileño. Se denuncia la reducción de servicios de la Escuela de la Música, de la que la aportación de la CAM es insignificante; se pide el restablecimiento de un servicio de juventud, del que la Comunidad ha eliminado prácticamente todas las subvenciones; se exige el pago puntual a la Mancomunidad de Servicios Municipales; se pide mayores servicios en la Casita del Niños; mayores inversiones en parques infantiles, helipuertos, etcétera. Gasto, gasto, gasto.

Pero algo falla, en ningún momento se nos dice de dónde puede salir el dinero para financiar sus peticiones. Ahora las cuentas están claras (cosa distinta es que se esté de acuerdo con su distribución); no vale pedir esto, lo otro y el firmamento, si nos se dice seguidamente que partida van a reducir o eliminar para traspasar sus créditos a los de la Escuela de Música, Juventud, Servicios Sociales, parques, etcétera.

La demostración fehaciente de que esto es así, es en el Pleno de los Presupuestos no se nos hizo ni una sola propuesta cuantificable, que probablemente la hubiéramos aceptado. Sólo una descalificación genérica sin mojarse, la argumentación fue demasiado pobre: los presupuestos son malos “per se”. Hubiéramos agradecido una propuesta del tipo: traspasaríamos X euros de la partida Y para dotar de mayor crédito a la partida Z; y así hubieran demostrado tener una alternativa, con la que luego se podría estar de acuerdo o no. Pero eso implica tomar partido, y eso siempre puede desgastar.

Desde el PSOE hemos sido valientes y coherentes con nuestros postulados. Nosotros también queremos más o mejores servicios públicos, y por ello pedimos un aumento asequible del coeficiente del IBI (la contribución), para poder financiarlos; a lo que se opuso, entre otros el PP.

Creo que es el momento de que los populares despejen la ecuación, en la que nos digan como con menores ingresos se puedan pagar más servicios. Sencillamente es un problema irresoluble. Podrán decir que la solución está en gestionar mejor, o bien, privatizando servicios, que según ellos, abaratan los costes de lass administraciones. Pero para ello primero tendrían que demostrar que esto fuera verdad en Torrelaguna, y luego se tendrían que atrever a decirlo. La privatización es una opción legítima, que no compartimos, pero necesitamos saber si es esta la solución que están barajando. Los vecinos deben conocer si la privatización de la gestión del Polideportivo, de la Casa de la Cultura, de la Escuela de Música y de cuantos servicios municipales se les ocurran, es la X que resolvería la ecuación.

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